AtrasAdelante

No debe Perderse

Un breve y empinado repecho nos permite llegar a la confluencia con el camino que viene de Alcudia de Monteagud, reuniendo esfuerzos para coronar la cumbre. En estos últimos tramos la pista se torna en cornisa aérea, colgada de las abruptas laderas más elevadas del cerro. Un último trecho permite llegar a nuestro destino, a las puertas del Santuario de Monteagud. Hemos realizado una "hazaña" que todos los años efectúan los vecinos de Benizalón, cuando realizan su romería hasta aquí, en honor a Nuestra Señora de la Virgen de la Cabeza. El último domingo de abril los jóvenes del pueblo recogen la imagen y la trasladan a la iglesia del pueblo, donde permanecerá todo el mes de mayo, hasta su vuelta al cerro.
En el mes de septiembre se celebrará la Romería Mayor al santuario, en compañía de los vecinos de Uleila del Campo y de otros muchos habitantes de la comarca, en el día más señalado de todo el calendario festivo de estos pueblos. Aconsejamos al viajero que se tome un respiro y acceda al santuario para deleitarse en este bello balcón de la geografía almeriense.

"Vista de Alcudia"

Desde aquí, podrá realizar una completa visión, de 360 grados, que le llevará a perder su vista ante kilómetros y kilómetros de Almería. (TRES SOLES). Sin duda alguna, podemos decir que nos encontramos ante una de las atalayas más impresionantes de toda la provincia; idóneo lugar para ubicar este centro de la espiritualidad popular. Tome su mapa y dedíquese e identificar los pueblos y las aldeas que se ubican a sus pies, entreteniéndose en descubrir los distintos cultivos y aprovechamientos, los caminos que unen las poblaciones, la tipología de los planos urbanos, etc...; en definitiva, la esencia más profunda de ésta, su tierra. Si es observador, podrá distinguir los cultivos y parcelas abandonadas a los que la vegetación de matorral va ganando la partida, absorbiéndolos y devolviendo, de alguna manera, el estado primigenio a estos parajes. No se precipite en abandonar el lugar y deje pasar el tiempo en su "mera" contemplación.

"Vista de Alcudia"

Cuando lo crea oportuno recoja sus pertenencias y posibles residuos y prepárese a desandar lo andado y a comenzar el descenso.
Sepa que, hasta aquí, hemos recorrido 8,3 km, alcanzando una cota máxima de 1.301 m., tras 2 horas y media de ruta. La bajada nos mostrará otra visión más descansada y relajada del entorno, pudiendo vislumbrar detalles que pasaron inadvertidas en el ascenso.
Sin más contratiempos nos acercamos hasta Benizalón, admirando otras eras circulares, estando atentos al indicador que anuncia las ruinas de la ciudad de Benimina.
A algunos cultivos aterrazados de almendros les suceden otros árboles de ribera que surgen ante la presencia del agua en los numerosos arroyos que atravesamos. En el paisaje aparecen algunas encinas de porte robusto que nos recuerdan el pasado esplendor de esta especie en toda la comarca, antes de su práctica desaparición por parte del hombre. Hoy en día, en estos parajes olvidados, asistimos a su lenta recuperación.
A 1,3 km de la desviación accedemos a las ruinas del despoblado citado en la época del Señorío de Los Enríquez. Bajo una explotación de almendros se intuyen formas constructivas dispersas, entre las que destaca una sólida muralla formada por la acumulación de piedra suelta en forma de talud. En un extremo de la misma se observa lo que pudieran ser los restos de una edificación defensiva construida en mampuesto consolidado con argamasa. Se trataría del antiguo castillo de Benimina.
A lo lejos se perciben los restos de otra posible fortaleza destacando sobre un cerro, entre la vegetación. El paraje se nos muestra tan interesante. Sin más dilación dejamos al viajero que retorne a Benizalón y considere finalizado el recorrido.